Piden regular cigarro electrónico en México

En días recientes y a raíz de la aprobación por la Agencia Federal de Drogas y Alimentos de Estados Unidos (FDA) de un sistema electrónico de administración de nicotina (SEAN) denominado “IQOS”, que calienta tabaco sin quemarlo, y del avance de otros que utilizan líquidos con o sin nicotina y saborizantes variados, promocionados como un “producto de riesgo reducido”, buscan la comercialización en nuestro país.

Los Institutos Nacionales de Salud y Hospitales Federales, en coordinación con la Comisión Nacional contra las Adicciones, detallaron que cigarro electrónico y otros SEAN, son sistemas que funcionan con baterías y están diseñados para proporcionar a las personas que los utilizan nicotina, saborizantes y otras sustancias químicas en forma de vapor/aerosol en vez de humo.

Hay tres componentes básicos que conforman el cigarro electrónico, independientemente del tipo o marca: una batería, un cartucho para el líquido (denominada e-líquido compuesta principalmente de propilenglicol, glicerina, polietilenglicol y nicotina, así como diferentes saborizantes y otros químicos) y una cámara de vaporización con un elemento de calentamiento activado mediante inhalación. Han tenido una venta amplia en nuestro país, a pesar de que su venta es ilegal”.

Ante lo anterior, los organismos de salud detallaron lo siguiente:

  1. Se carece de información científica independiente suficiente para documentar la efectividad de estos dispositivos para dejar de fumar. No son dispositivos estandarizados y de grado médico, que puedan recomendarse a los fumadores.
  2. No se ha demostrado la seguridad de los SEAN ni a corto plazo y menos a largo plazo. Los vapores/aerosoles emitidos si bien en general han demostrado menor concentración de tóxicos que el humo de la combustión del tabaco, contienen tóxicos y carcinógenos en cantidades medibles. Los líquidos utilizados con concentraciones altas de nicotina han producido envenenamientos en niños y menores y se han documentado accidentes por las baterías utilizadas para calentar.
  3. Tampoco se ha documentado la seguridad para los no fumadores/consumidores expuestos a los vapores/aerosoles. Recordemos que, por la exposición pasiva, se ocupan un porcentaje significativo de los receptores de nicotina, que se emiten tóxicos y cardinógenos por los SEAN y que los efectos adversos por el tabaquismo pasivo, fueron documentados décadas después a las de los fumadores directos.
  4. La mayor parte de los usuarios de los SEAN, nunca han fumado, pero experimentan, se vuelven usuarios y adictos a la nicotina. De ellos, una proporción hace la transición a fumar cigarrillos combustibles u otras drogas, en exclusividad o en combinación (uso dual). Uno de los riesgos poblacionales más importantes de estos nuevos sistemas, es el incremento del número de fumadores de cigarrillos combustibles.
  5. La promoción del producto no se circunscribe solo a los fumadores, y de hecho, muchas promociones van dirigidas a jóvenes, utilizando múltiples y variados saborizantes, muy atractivos para los menores de edad.
  6. El uso de los SEAN mantiene la conducta de fumar y da un falso sentido de seguridad.

Por ello, los institutos de salud recomendaron que los SEAN, cigarrillos electrónicos, y los dispositivos que calientan tabaco (como el IQOS) deben regularse como cualquier producto del tabaco: advertencias sanitarias de texto y gráficas en todos los empaques del producto (en el 60 por ciento de la superficie); prohibición de patrocinio; publicidad limitada y restringida; impuestos especiales y restricciones de consumo en los espacios 100 por ciento libres de humo de tabaco, cumplimiento estricto de la prohibición de venta a menores de edad. Este cuidado esencial, desgraciadamente no se cumple para los cigarrillos normales.

El tabaquismo continua siendo la principal causa de muerte 100 por ciento prevenible y evitable en todo el mundo y ninguno de estos nuevos productos, presenta mejores resultados que los que actualmente existen en los servicios profesionales de cesación: farmacoterapia y terapia de reemplazo (parches de nicotina), y por otro lado, presenta riesgos a los que nunca han fumado, y amenaza con diluir y reducir los innegables avances que se han logrado a lo largo de décadas de lucha contra la industria del tabaco y como lo señala el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la OMS, intereses irreconciliables entre los que promueve la industria y los que buscamos las instituciones de salud.

Firman los titulares de la Comisión Coordinadora de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales Federales, de los trece Institutos Nacionales de Salud, de los tres Hospitales federales y de la Comisión Nacional contra las Adicciones.

Con información de: lopezdoriga.com

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