Fue todo tan descomunal como un partido de fútbol puede serlo. Una obra maestra de la historia reciente de la Champions que sobrevivirá al paso del tiempo y un objeto de culto para cualquier vídeoteca futbolística del mundo, pero sobre todo para la del Tottenham, que recogerá esos 90 minutos de grabación como uno de los partidos más importantes de su historia, el que le clasificó para la segunda semifinal de Copa de Europa de su historia. Y en la carátula aparecerá el rostro felino de Fernando Llorente, un héroe inesperado para la epopeya de los Spurs. [Narración y estadísticas: 4-3]
Fue también el español quien concretó un nuevo fracaso de Pep Guardiola y del Manchester City, incapaces juntos de alcanzar de la mano las semifinales de la Champions. Lo tuvieron en la mano, lo saborearon incluso cuando Sterling marcó en el descuento el que era el quinto gol de los citizens. Pero el VAR determinó que había fuera de juego y que no iba a alterar el destino de un partido sublime de principio a fin.
Los 11 primeros minutos fueron la mayor orgía futbolística jamás vista en la Copa de Europa. A los 4, Sterling recortó a Trippier en el área para después enviar el balón a la red con la suavidad con la que se le pasa el balón a un niño en un parque. A los 7, Laporte realizó el peor despeje de su vida y le dejó el balón franco a Son para que batiera a Ederson, quien sólo pudo rozar con el pie el disparo. A los 10, Laporte volvió a fallar, esta vez cerca del centro del campo, y el Tottenham armó una contra que Son hizo buena con un precioso disparo combado. Y a los 11, Bernardo recogió un envío largo de Agüero y armó un disparo que golpeó en Rose, dejando a Lloris sin tiempo para reaccionar y cerrando una corta pero intensísima bacanal
Nadie se podía creer lo que estaba pasando en el ciudad de Manchester. Cuatro goles en 11 minutos, ataques desbocados y defensas de cartón-piedra. Una maravillosa exhibición de fútbol ofensivo que Sterling coronó a los 21 minutos de partido, recogiendo un centro raso de De Bruyne. Llegados a este agotador punto, se hacía hasta difícil hacer las cuentas para saber en qué punto se encontraba la eliminatoria. La realidad era que al City le hacía falta un gol más para remontar la eliminatoria, por lo que el Tottenham se esmeró en templar el frenético devenir del partido. Le ayudó, ya cerca del descanso, que Sissoko, lesionado, se tomó su tiempo para abandonar el campo y dejar su lugar a Llorente.
La necesidad del City, sin embargo, provocó un regreso al partido a cámara rápida, con los de Guardiola limitando al Tottenham a un cabezazo de Llorente y acechando sin cuartel la portería de Lloris durante un cuarto de hora. El portero francés se hizo enorme ante Sterling y De Bruyne, pero acabó sucumbiendo a un potentísimo disparo de Agüero tras una brillante excursión con la pelota de De Bruyne entre los defensas del Tottenham.
Ahora era el Tottenham quien se veía obligado a arriesgar, pero no encontraba la manera de hacerlo con cierta coherencia. Se le notaba aturdido al conjunto de Pochettino, permitiendo que el City generara peligro a la contra. Pintaban bastos para los Spurs hasta que Llorente se elevó sobre Laporte en un córner y marcó el tercer de su equipo con el muslo. También le tocó el balón en la mano, pero de manera insuficiente como para que Çakir, que lo vio en el monitor, lo anulara.
El City lo intentó de todas las maneras posibles y se vio ganador en el descuento, con ese gol de Sterling que el VAR anuló. Pero ya nada iba a impedir que uno de los mejores partidos de la historia reciente de la Champions le otorgara el premio de la clasificación al Tottenham, a quien ahora espera el Ajax en una semifinal de invitados sorpresa.
Con información de: elmundo.es