“Mi único enemigo es el tiempo”, dijo alguna vez Charles Chaplin, pensando que su vida terminaría, que podría ser olvidado en el futuro y que el legado construido se desvanecería al pasar de los años.
Pero el actor, productor, director, escritor y compositor se equivocó, porque a 130 años de su nacimiento, el ingenio que lo caracterizó sigue presente y es recordado como uno de los pioneros en la industria del séptimo arte.
Fue el primero, y a la fecha es el único artista, que ha tenido el control absoluto de todos los aspectos de sus proyectos, ya que se involucró en la audición, realización, actuación, escritura, dirección, edición y composición musical de sus películas.
En 1998, la revista Time lo consideró una de las 100 personas más importantes del siglo XX, además de que fue el primer actor en aparecer en la portada de la publicación el 6 de julio de 1925
Zurdo, de ojos azules, nacido en una familia empobrecida de Inglaterra, sus padres se dedicaban al espectáculo popular similar al vodevil, así fue como Chaplin incursionó en los escenarios a los cinco años de edad.
A los 13, abandonó por completo los estudios y persiguió su carrera actoral, apenas podía sostenerse económicamente y junto a su medio hermano, Sid Chaplin, mantenían a su madre que padecía de sus facultades mentales.
Los hermanos comenzaron a trabajar para el empresario teatral Fred Karno, quien también contrató al emergente Stan Laurel; eventualmente realizarían una gira por Estados Unidos, ahí fue donde Chaplin vio su oportunidad para triunfar a lo grande.
En 1913, el actor firmó contrato con Keystone Studios, ganando 150 dólares por semana y así emprendió en el naciente arte del cine en Los Ángeles, Estados Unidos.
Un año después, debutaría el personaje por el que fue siempre reconocido, El vagabundo, también conocido como Charlot, en el cortometraje Kid Auto Races at Venice, el resto es una historia de avalancha de éxitos en la meca del cine.
Pero no todo fue triunfo para el artista del cine mudo, ya que conforme avanzó en su vida, se convirtió en reflector de escándalos de todo tipo: el FBI le consideró miembro del Partido Comunista, se le señaló como desertor por no ir a la Primera Guerra Mundial, además de que sus relaciones con mujeres mucho más jóvenes, lo hacían objeto de chisme ante la prensa.
Con información de: reporteindigo.com