Un terrorista que llevaba explosivos y un arma fue detenido hoy después de intentar secuestrar un avión bangladesí que se dirigía a Dubai y que tuvo que realizar un aterrizaje de emergencia en el sureste de Bangladesh, mientras los 143 pasajeros y la tripulación lograron abandonar el aparato a salvo.
«La operación de un comando militar ha logrado derrotar al secuestrador y la situación está bajo completo control del Ejército», aseguró a Efe el portavoz de las Fuerzas Armadas de Bangladesh, coronel Abdullah Ibne Zayed.
El secuestrador, de nacionalidad bangladesí, «estaba herido» y llevaba «un arma y una bomba atadas a su cuerpo», afirmó en rueda de prensa el presidente de la Autoridad de Aviación Civil de Bangladesh, M. Naim Hassan.
El avión, de la aerolínea nacional Biman Bangladesh Airlines, había partido de Dacca con dirección a Dubai, pero tuvo que realizar un «aterrizaje de emergencia» cuando iba a hacer escala en el aeropuerto de Chittagong, explicó a Efe el secretario del Ministerio de Aviación Civil, Mohibul Haque.
«Todos los pasajeros y la tripulación han sido evacuados», detalló Haque, quien había afirmado anteriormente que sólo permanecía una persona en el interior del aparato, posteriormente arrestada por las fuerzas especiales del Ejército.
El secretario adjunto del Ministerio de Aviación Civil, Mokabbir Hossain, explicó a Efe que fue la tripulación la que solicitó antes del aterrizaje una «evacuación de emergencia, ya que sospechaban del comportamiento de un pasajero».
En 2017, la Policía de Bangladesh arrestó a un piloto de Biman Bangladesh Airlines acusado de un complot con varios islamistas radicales para secuestrar o estrellar un avión.
Esa detención se producía un año después del peor ataque yihadista hasta ahora en Bangladesh, el cometido contra el restaurante Holey Artisan en Dacca en julio de 2016, en el que murieron veintidós personas, en su mayoría extranjeras.
El ataque al restaurante se prolongó durante doce horas y finalizó con la muerte de veintidós personas, entre ellas diecisiete rehenes extranjeros (nueve italianos, siete japoneses y una india), a los que asesinaron a machetazos después de torturarlos por no recitar el Corán, así como de los asaltantes.
Los atacantes reivindicaron la acción en nombre del yihadista Estado Islámico (EI), aunque el Gobierno desestimó la presencia del grupo en el país y atribuyó esta acción a una facción de la organización extremista bangladesí Jamaatul Muyahideen Bangladesh (JMB).
Entre 2013 y 2016, Bangladesh sufrió una ola de ataques de corte islamista con asesinatos de miembros de minorías religiosas, extranjeros, activistas homosexuales, intelectuales y blogueros laicos críticos con el integrismo
Con información de: cronica.com.mx