Crear la figura de autoridades investigadoras, sustanciadoras y resolutoras, prevé la propuesta de nuevo Reglamento Interno de la Contraloría del Poder Legislativo del Estado de México, presentada por integrantes de la Junta de Coordinación Política de la 60 Legislatura mexiquense.
Al dar lectura a la propuesta, la diputada Brenda Escamilla Sámano (PAN) dijo que permitirá adecuar el reglamento interno de la Contraloría, pues el vigente, que se publicó el 21 de junio de 2006, ha sido rebasado por nuevas disposiciones constitucionales, leyes generales y leyes secundarias estatales en materia de combate a la corrupción.
En sesión de la Diputación Permanente detalló que la situación obliga a modificar la estructura orgánica de esa dependencia y darle viabilidad, por lo que se plantea que la Contraloría del Poder Legislativo se integre por cuatro direcciones: de Responsabilidades Administrativas, de Situación Patrimonial y Conflicto de Intereses, de Auditoría y de Vinculación Municipal.
La legisladora dijo que con este reglamento la Contraloría contará con una Secretaría Técnica y una Coordinación Administrativa; es decir, se mantiene la misma estructura orgánica, lo novedoso se hace evidente en la integración de las primeras dos direcciones, las cuales contarán con subdirecciones de Investigación, de Sustanciación y de Proyectos de Resolución, para dar cumplimiento a sus atribuciones.
Para su análisis y dictamen, la iniciativa se remitió a las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales y de Transparencia, Acceso a la Información Pública, Protección de Datos Personales y Combate a la Corrupción; a la primera para su estudio y dictamen, a la segunda para conocer su opinión.
En esta sesión, el legislador Faustino de la Cruz Pérez (morena) presentó el Informe Anual de Actividades de la Contraloría del Poder Legislativo, el décimo quinto a cargo de su titular, Victorino Barrios Dávalos, quien señala en el documento que la dependencia entiende la transparencia, el acceso a la información, la educación, el trabajo y el combate a la corrupción como algo inherente y concomitante con “nuestra forma de vida”.