Los colosos tienen la cualidad de generar el todo de la nada y llevarse, sin pena, la gloria eterna.
Un ejemplo es el América, que esta noche venció (0-2) al Cruz Azul, alcanzó su corona 13 y retomó el título del equipo más ganador de México.
Un joven canterano, de nombre Edson Álvarez, fue el que se edificó como el salvador de su equipo y verdugo del rival.
Aun cuando administrativamente fungieron como visitantes, los azulcremas quisieron demostrar que Santa Úrsula era parte de su territorio, e incomodaron con una cara temeraria basada en centros y desbordes. Los cementeros, de mayor recato, optaron por construir a detalle sus planes.
De inicio, este segundo encuentro se asemejó al episodio de ida, en el que empataron sin daño en el marcador; aunque para esta ocasión el América fue más atrevido, en parte impulsado por la motivación del joven Diego Lainez, la primera parte se consumió entre contemplaciones.
Fue hasta el complemento cuando apareció el gol durante el cuarto clásico joven en una final. Las variantes del destino vistieron de héroe a un jugador que, incluso, fue duda durante la Liguilla por estar lesionado. Tras una mal salida de la zaga celeste, Edson Álvarez tomó el esférico en la media luna y de un zurdazo puso el 0-1, al minuto 51’.
Con esto las Águilas se envalentonaron y picaron piedra, pero la necesidad empujó a La Máquina y ésta se animó.
Sin embargo, el equipo de Miguel Herrera tuvo mejor fluidez y su profundidad generó llegadas de Renato Ibarra que, de forma oportuna, tapó el portero Jesús Corona.
Luego, tras la expulsión de Gerardo Flores (87’), el América sentenció su título con el gol de Álvarez (90’).
Con información de : heraldodemexico.com.mx