Confeccionar vestimenta indígena es para Silvestre Torres, originario de San Cristóbal Huichochitlán, alternativa con la que contribuye a preservar la identidad de los pueblos originarios, con el propósito de que las generaciones futuras aprendan y entiendan su trascendencia.
Orgulloso de sus orígenes sostiene: “hoy, mañana y hasta que el sol deje de brillar llevaré sangre otomí”, por ello desde los 16 años comenzó a coser, a bordar y a la fecha se mantiene de la venta de sus piezas, entre las que destacan blusas, caminos de mesa y servilletas, entre otras.
En este contexto, Silvestre calificó de relevante el esfuerzo que el gobierno municipal de Toluca realiza para que los artesanos cuenten con espacios en los que exhiban su trabajo, lo que en la práctica fortalece los esfuerzos de preservación del patrimonio cultural indígena.
El artesano textil es uno de los productores que exhiben sus piezas en la Tienda Artesanal, área que representa un escaparate donde los visitantes y las familias toluqueñas descubran la gran paleta de colores del trabajo artesanal, plasmada en los textiles que portan.
Admitió que es difícil lograr que el potencial comprador pague el valor que pide el artesano por determinada pieza, por lo que invitó a preguntarse cuánto tiempo se invierte en producir una prenda o artículo, cada uno de los cuales es único e irrepetible.
Bordar y confeccionar ropa tradicional indígena es la tarea primordial de Silvestre, pero no la única; ha logrado complementar su oficio con la impartición de clases de otomí y de danzas tradicionales, convencido de que “esta es mi forma de trascender en mi pueblo”.