Este sábado el brote de ébola declarado el pasado 1 de agosto en las provincias de Ituri y Kivu del Norte, en el noreste de la República Democrática del Congo (RDC), se convirtió en el peor de la historia del país africano, que no en el más letal, al registrar una cifra récord de 319 personas contagiadas.
“La epidemia de Kivu del Norte e Ituri es la más grave de toda la historia de la RDC”, confirmó el ministro de Sanidad congoleño, Oly Ilunga, en un comunicado.
“Acaba de superar (en el número de casos) a la primera epidemia registrada en 1976 en Yambuku, en la provincia de Ecuador”, agregó.
Hasta ahora, el brote en Yambuku, a raíz del que se descubrió esta enfermedadbautizada justamente en honor al río congoleño Ébola, era no solo el más mortal del país, con 280 muertes, sino también el que contaba con el mayor número de casos.
La epidemia actual, con 198 muertes probables -163 de ellas confirmadas en laboratorio- constituye la tercera más mortífera del país, según las cifras difundidas hoy por el Ministerio de Sanidad congoleño a fecha de 8 de noviembre.
Solo es superada en el número de víctimas mortales -del total de diez brotes registrados en la historia de la RDC- por el primero de 1976 y el tercero declarado en 1995 en la ciudad de Kikwit, en el que perecieron 250 personas.
Ninguna otra epidemia en el mundo ha sido tan compleja como la que estamos experimentando actualmente”, afirmó Oly Ilunga, al recordar el fuerte rechazo social, las amenazas y las agresiones a los que habitualmente se enfrentan los equipos médicos y humanitarios desplegados en la zona.
A esta resistencia por cierta parte de la población a ser tratada contra el ébola -debido al desconocimiento, el miedo provocado ante una enfermedad que puede llegar a ser mortal y las creencias culturales- se suma la inestabilidad imperante en estas regiones del noreste del Congo.
El ébola es una enfermedad aterradora. Se requieren importantes esfuerzos para mejorar la confianza de las comunidades locales, especialmente en Beni, epicentro de una segunda oleada de este virus y donde se repiten episodios de violencia”, según fuentes de Médicos Sin Fronteras (MSF).
Esta falta de confianza es comprensiblemente más exacerbada en un contexto que padece conflictos de violencia desde hace años y donde la desconfianza de la población hacia las autoridades está profundamente arraigada”, señala MSF.
Con información de: lopezdoriga.com