Con más de 50 años dedicados a la elaboración de dulce de leche con amaranto, nuez, almendra y chocolate, Victoria Velázquez León, vecina de la colonia Unión, considera que esta confitería artesanal permite conservar y promover la tradición e identidad de “nuestra Toluca”.
Aprendió la receta una vez que contrajo matrimonio con Francisco Velázquez Miralrío, quien la heredó de sus padres a la edad de siete años. Es una actividad que les ha permitido salir adelante, pero que hoy en día hace frente a un mercado más competitivo: “es complicado mantenerse de la venta de las artesanías, en nuestro caso, de los dulces elaborados de manera artesanal”.
Victoria relató que al principio se le dificultaba elaborarlos, pero como bien dice el dicho, la “práctica hace al maestro”; lamenta que sus hijos no están del todo interesados en continuar con el negocio familiar “Toluqueñas”, sin embargo, ella y su esposo continuarán hasta que el cuerpo y la energía se los permitan.
La artesana se mostró agradecida ante la apertura de espacios que ha impulsado el gobierno municipal de Toluca, con la finalidad de promover los sabores que dan identidad y vida a la capital, pero son las convenciones, ferias, exposiciones y hoteles donde registran mayores ventas.
Con el paso de los años, dijo, estos dulces al igual que los jamoncillos se han convertido en un sello distintivo de los toluqueños, porque están elaborados con gran maestría por manos artesanas, por lo tanto “llevar un dulce de estos significa adquirir una parte de nuestras raíces”.