El estudio de la química ambiental tiene el potencial de ofrecer información científica confiable para ser considerada en la creación de leyes de protección al ambiente y la salud humana, destacó el profesor de química analítica de la Universidad Thompson Rivers de Canadá, Kingsley Donkor, al ofrecer una conferencia magistral en la Universidad Autónoma del Estado de México.
Durante el VIII Congreso de la Asociación Mesoamericana de Ecotoxicología y Química Ambiental, que tuvo como sede la Facultad de Química de la UAEM, el experto sostuvo que se requieren técnicas de medición biodegradables que ofrezcan certidumbre sobre la calidad, seguridad y eficacia de los métodos que desarrolla la industria, por ejemplo, en la extracción de gas y petróleo, la minería o la pesca.
En el auditorio del Centro Conjunto de Investigación en Química Sustentable UAEM-UNAM, donde dictó la conferencia “Impacto de la química analítica en la práctica industrial”, indicó que en muchas ocasiones las empresas no reportan datos precisos sobre los niveles de contaminación en aguas profundas o en lagos durante la extracción de minerales, gas o petróleo.
Ante alumnos, profesores e investigadores, precisó que apoyado por una estudiante mexicana, determinó el nivel de concentración de la sustancia vegetal rotenona, utilizada para remover especies depredadoras.
Detalló que para determinar con precisión la concentración de rotenona, que puede amenazar la integridad ecológica del sistema acuático, aplicó la técnica de electroforesis capilar, basada en la separación de moléculas bajo la acción de campos eléctricos y que solamente requiere de pequeños volúmenes de muestra.
Kingsley Donkor explicó que en el caso de la industria minera aplicó una técnica para separar y cuantificar los niveles de xantato en agua, compuesto orgánico empleado por la industria minera, a fin de recuperar los minerales por métodos de flotación.