La fiscalía chilena citó a declarar en calidad de imputado al arzobispo de Santiago, Ricardo Ezzati, por el eventual encubrimiento de casos de abusos sexuales de miembros de la iglesia católica.
La decisión se conoce luego de que el mes pasado funcionarios de la fiscalía y de la policía incautaron documentos en el tribunal eclesiástico de Santiago y en la diócesis de la ciudad de Rancagua, al sur de la capital.
En un comunicado el martes, el arzobispado informó que la fiscalía de Rancagua citó a Ezzati para el 21 de agosto como implicado en uno de varios casos que afectan a una decena de sacerdotes de la zona.
En el breve texto, Ezzati fue citado negando su participación como encubridor u obstructor de la justicia en la investigación.
Reitero mi compromiso y el de la Iglesia de Santiago con las víctimas, con la búsqueda de la verdad y con el respeto a la justicia civil», dijo el arzobispo.
Tengo la convicción de que nunca he encubierto ni he obstruido a la justicia, y como ciudadano cumpliré con mi deber de aportar todos los antecedentes que contribuyan a esclarecer los hechos», agregó.
La fiscalía de Rancagua busca determinar, entre otros casos, la veracidad de denuncias sobre una supuesta red de 14 sacerdotes que se habrían organizado para cometer delitos sexuales de manera sistemática.
La crisis de la Iglesia en Chile se aceleró tras un escándalo en torno al caso del sacerdote Fernando Karadima, quien fue declarado culpable en una investigación del Vaticano en 2011 por abusar de niños en Santiago durante las décadas de 1970 y 1980.
Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Karadima, dijo que a Ezzati le queda «poco tiempo como arzobispo de Santiago, pero recién empieza su nueva misión de responder por su encubrimiento, mentira y otros delitos ante la justicia».
Con información de: excelsior.com.mx