La Unidad para Niños Quemados del Hospital General “Dr. Nicolás San Juan” recibió, a través de la Fundación Michou y Mau, equipo de última generación, el cual permitirá, de ser necesario, atender a 200 pequeños más al año, informó el Secretario de Salud de la entidad, Gabriel O’Shea Cuevas.
Se trata de una donación que fue realizada por el empresario Fermín Iribarren Inda, y que consta de un ventilador mecánico con monitoreo complementario, un equipo AccuVein empleado para localizar fácilmente las venas de los pacientes y agilizar su canalización, así como instrumental quirúrgico fino y una lámpara frontal de luz fría que será utilizada en las cirugías de corrección de secuelas ocasionadas por quemaduras agudas.
El Secretario de Salud destacó, en presencia de la señora Virginia Sendel de Lemaitre, Presidenta de la Fundación Michou y Mau, que este espacio es uno de los proyectos más exitosos en salud pública, ya que ha logrado convertirse en la mejor opción para tratar a niños con lesiones producidas por el contacto con fuego, líquidos calientes o electricidad.
Con casi 13 años de existencia, la Unidad de Quemados del Hospital General “Dr. Nicolás San Juan”, ha cambiado la vida de casi 4 mil pequeños, de los cuales, 2 mil 732 presentaron quemaduras agudas en porcentajes mínimos o hasta con el 65 por ciento de la superficie corporal; de presentarse casos más extremos, los pacientes son trasladados al Hospital de Galveston, Texas, en Estados Unidos.
Desde su ingreso, el equipo conformado por especialistas, enfermeras, psicólogos, rehabilitadores y nutriólogos brindan a los niños y sus familias una atención humana y de calidad para que puedan reintegrarse al entorno social.
O’Shea Cuevas señaló que el trabajo conjunto entre gobierno, iniciativa privada y fundaciones siempre permitirá lograr mayores alcances en beneficio de quienes más lo necesitan.
En este sentido, expuso que la donación del equipamiento sin duda mejorará la calidad de vida de los pequeños que se atienden en esta Unidad.
“Éstos son los proyectos que cambian vidas, es un gran avance, queremos que estos niños se incorporen a una vida normal, que hagan sus actividades de todos los días, que vayan a la escuela, que vayan a la universidad”, expresó.
Asimismo, reconoció también el trabajo de las más de 300 damas voluntarias que apoyan con calidez a los familiares de quienes están internados en las diversas unidades hospitalarias del Instituto de Salud del Estado de México.