El volcán Xinantécatl, mejor conocido como Nevado de Toluca, por su señorial presencia y cautivante figura es uno de los símbolos de identidad y orgullo de quienes han nacido o adoptado como suya a la capital mexiquense, para disfrutarlo a plenitud se deben tomar en cuenta diversas recomendaciones que permitirán vivir una experiencia divertida y segura.
Ubicado a 25 kilómetros al suroeste de Toluca, con una altitud de 4 mil 680 metros sobre el nivel el mar, este bello volcán recibe a cientos de personas que gustan del senderismo, alpinismo o simplemente de visitar su cráter en el que se encuentran dos lagunas, del Sol y de la Luna, cuerpos de agua dulce considerados entre los más altos del mundo divididos por un capricho de la naturaleza llamado Cerro del Ombligo, formado por vestigios volcánicos y donde en la época prehispánica los habitantes depositaban ofrendas.
Por esta razón, se debe planear previamente el recorrido para llegar temprano, tener un ascenso seguro y volver antes del atardecer; es importante tener una buena condición física y experiencia previa en montaña, evitar llevar peso excesivo en la mochila, sólo lo necesario, como provisiones y mínimo dos litros de agua, usar botas especiales para el terreno y ropa adecuada como camisetas ligeras, chamarra impermeable rompevientos, lentes de sol, guantes gruesos y protector solar, aunque esté nublado.
Si lo que busca es escalar el Pico del Fraile, de 4 mil 558 metros sobre el nivel del mar, o el Pico del Águila, de 4 mil 518, la formación rocosa más espectacular del Nevado, se recomienda contratar un guía profesional de montaña y llevar el equipo necesario, ya que las pendientes se vuelven extremadamente resbalosas y el ascenso puede llevar hasta cinco horas, circunstancias que se deben tener en cuenta para tomar precauciones.
Además, se pide no tirar basura, para mantener la belleza de esta zona protegida, que tiene una superficie de 51 mil hectáreas y constituye uno de los lugares naturales más atractivos y visitados del país; además, en las faldas del volcán se cuenta con un área de recreación llamada Parque de los Venados, donde es posible realizar paseos campestres.
Este gigante fue de gran relevancia para nuestros pueblos originarios, por lo que fue conocido como Tastobo “Montaña Blanca” en otomí, Nro Maani Nechhúttatá “Casa del Dios de las Aguas” por los matlatzincas y Chicnautécatl, cuyo significado más aceptado es “Nueve Cerros”, por la cultura náhuatl, del que derivó su nombre actual, Xinantécatl.
El Nevado también es rico desde el punto de vista arqueológico, ya que se han encontrado restos de conos de copal, vasijas de cerámica y cetros de madera asociados a Tláloc, dios de la Lluvia, lo que muestra su importancia como centro ceremonial, espiritual y astronómico. También se han localizado ofrendas y objetos rituales en las lagunas.
Este gigante blanco cuenta con albergue, posada familiar y refugio alpino con torre de comunicación, estufas para autoservicio, estancias con chimenea, venta de víveres y vigilancia. Se recomienda llevar ropa abrigadora ya que las temperaturas pueden variar de -4 a 12 grados centígrados.
Asimismo, se exhorta a no ingerir bebidas alcohólicas y no salirse de las veredas y senderos marcados. El Xinantécatl es más que un volcán, es vida, tradición, historia y sentido de identidad, por lo que se invita a conocerlo, disfrutarlo y respetarlo.