La asamblea cubana eligió este miércoles al primer vicepresidente de 57 años de edad, Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez, como único candidato para suceder a Raúl Castro como presidente de Cuba, la pieza central de un esfuerzo para asegurar que el sistema de partido único del país supere a los revolucionarios envejecidos que lo crearon.
La casi segura aprobación unánime de la Asamblea Nacional instalará a alguien ajeno a la familia Castro en la oficina gubernamental más alta del país por primera vez en casi seis décadas.
Castro, de 86 años, seguirá siendo el jefe del Partido Comunista, designado por la constitución como “la fuerza guía superior de la sociedad y el Estado”.
Como resultado, es casi seguro que Castro seguirá siendo la persona más poderosa en Cuba por el momento. Su salida de la presidencia es, no obstante, un momento simbólicamente cargado para un país acostumbrado a 60 años de gobierno absoluto, primero por el líder revolucionario Fidel Castro y, durante la última década, por su hermano menor.
Salvador Valdes Mesa fue nominado como nuevo primer vicepresidente, un exdirigente sindical afrocubano de 72 años que ha ocupado una larga serie de altos cargos en el gobierno de la isla.
La Comisión de Candidatura oficial del gobierno también nominó a otros cinco vicepresidentes del Consejo de Estado, el organismo gubernamental más alto de Cuba. Solo uno de los cinco, Ramiro Valdez, de 85 años, estaba entre los revolucionarios que lucharon con los Castro en las montañas orientales de la Sierra Maestra.
Con información de lopezdoriga.com