El municipio considerado como la cuna de la artesanía del barro negro, ubicado a escasos 30 minutos de la capital oaxaqueña, tomó la decisión, quizás la más importante en su historia pensando en un futuro mejor para las siguientes generaciones: expulsar el uso de unicel y desechables. Los platos, vasos, charolas o cualquier utensilio fabricado con base en poliestireno expandido, comúnmente conocido como unicel no se venderán más en San Bartolo Coyotepec. La labor parece titánica, pero no imposible de lograr, la iniciativa que surgió en 2008 empieza hacer eco y vencer la resistencia al hábito de los más de 8 mil habitantes; ellos han entendido que el uso de este contaminante genera repercusiones en la salud y medio ambiente. San Bartolo se convirtió en el primer ayuntamiento de Oaxaca en tomar esta determinación. Otras 100 ciudades, sobre todo en países como Estados Unidos y lugares como San Francisco, Oakland, Seattle y Nueva York ya la aplican. Las acciones arrancaron en 2011 con la limpia de arroyos, campos, Río Atoyac, márgenes de caminos, y en las escuelas los niños jugaron un papel fundamentales como vigilantes del medio ambiente. A la par se constituyó un reglamento interno donde se establecieron multas de hasta 10 salarios mínimos, equivalentes a 500 pesos, para las personas a quines se sorprendieran quemando basura o tirándola en lugares no aptos. Los ciudadanos estuvieron de acuerdo en no consumir más unicel e ir retirando otros productos desechables en sus fiestas y mayordomías; mientras que a los comercios locales se les prohibió ofrecer estos productos. Para ello se compraron, por parte del ayuntamiento, cinco mil platos, cucharas, tazas, vasos y jarras que se pusieron a disposición de los ciudadanos de manera gratuita como una opción para reforzar la acción de expulsar el consumo de unicel. Al término del trienio, el proyecto cayó durante los siguientes tres años y este 2018 se retomó. Las multas quedaron en 500 pesos, 250 para quien reporte quema de basura de algún ciudadano o usando poliestireno y el resto para la tesorería municipal, recursos que se utilizan para reforzar la campaña.
Mientras que continúa el programa de préstamo de loza y trastos a los ciudadanos.
Con información de nvinoticias.com