Filipinas se encuentra en máxima alerta por el volcán Mayon, que según expertos puede entrar en erupción magmática de manera inminente tras generar durante el fin de semana espesas nubes de cenizas y desencadenar un éxodo de evacuados.
La agencia sismológica de Filipinas (PHIVOLCS) elevó hoy a «crítico» el nivel de alerta ante la posibilidad de que este volcán situado al este del archipiélago, unos 350 kilómetros al sureste de Manila, expulse ríos de lava sobre poblaciones y campos.
El Mayon hizo erupción por primera vez la tarde del sábado, desprendiendo nubes grises que causaron una lluvia de ceniza, y el organismo estatal, que el domingo decretó el nivel 2 («creciente preocupación»), decidió aumentarlo al 3 en las últimas horas.
A la primera erupción le siguieron otras dos más, que provocaron 158 desprendimientos de rocas y una evacuación masiva de más de un millar de personas en un radio de 6 kilómetros.
Hoy el radio se ha ampliado a 7 kilómetros y el número de evacuados ha ascendido a 12.044 personas agrupadas en un total de 3.061 familias de localidades cercanas como Camalig y Guinobatan, informó a Efe la portavoz de la Oficina de Defensa Civil de la provincia de Bícol, Rachel Ann Miranda.
«Todo indica que va a haber una erupción más fuerte, así que hemos preparado diferentes escenarios según lo que ocurra», aseguró la portavoz, tras confirmar que ya no quedan civiles en el área de peligro.
La erupción podría producirse de forma inminente pero también podría tardar semanas, por lo que las autoridades locales buscan modos de facilitar una «evacuación a largo plazo» de los residentes alojados en refugios temporales o centros escolares, indicó Miranda.
El próximo paso, aseguró, será «evacuar a los animales de la zona de peligro con el fin de que los residentes no tengan que regresar a sus aldeas para atender al ganado».
Según el último comunicado de PHIVOLCS, el volcán «muestra una relativamente alta inestabilidad y tiene magma en el cráter, así que es posible que se produzca una erupción peligrosa en cuestión de semanas o incluso días».
La agencia especificó que el cráter «muestra un resplandor brillante que indica el crecimiento de un nuevo domo de lava y las primeras corrientes de lava hacia las laderas del lado sur».
Además de decretar la evacuación de personas y animales de la zona de peligro, las autoridades han restringido el vuelo de aviones en las inmediaciones.
La actividad del Mayon se ha notado en la zona a través de fuertes estruendos y un intenso olor a ácido sulfúrico, según los testimonios ofrecidos a los medios por los residentes de las localidades aledañas.
La tarde de hoy, sin embargo, el volcán dejo de desprender cenizas y desapareció de la vista por la intensa niebla que se ha mezclado con las nubes de gases que todavía emanan de su cráter.
La erupción más potente en la historia de Filipinas y la segunda mayor del mundo en el siglo XX fue la del Pinatubo en junio de 1991, que causó unos 850 muertos y más de un millón de damnificados además de generar una capa global de ácido sulfúrico que causó daños en la atmósfera.
El archipiélago filipino, donde hay 23 volcanes activos, se asienta sobre una zona de intensa actividad sísmica inscrita dentro del llamado «Anillo de fuego del Pacífico», que se extiende desde la costa oeste del continente americano hasta Nueva Zelanda pasando por Japón, Filipinas e Indonesia.
Con información de: cronica.com.mx