Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte a nivel mundial y en México, representando el 80 por ciento de los decesos. La hipercolesterolemia (colesterol elevado) se considera un problema de salud pública y un factor de riesgo en gran parte de la población mexicana. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT) en 2016, al 28 por ciento de los adultos que se les ha medido colesterol en sangre, han arrojado un diagnóstico de hipercolesterolemia.
El grupo más afectado es el de adultos de 50 a 79 años de edad.
Seguramente has escuchado hablar del colesterol bueno (HDL) y el colesterol malo (LDL).
Para entender mejor la diferencia, imagina al colesterol LDL o “malo” como un camión de basura que va tirando desechos por nuestras arterias, tapándolas poco a poco, mientras el colesterol HDL o “bueno” actúa como una barredora que levanta dichos sedimentos.
Los milagros no existen; las recetas saludables, sí .
La eficacia de los jugos anti colesterol se atribuye 100 por ciento a la funcionalidad de los alimentos, así como al modo de preparación. Algunas recomendaciones son:
1. Lava y desinfecta las verduras y frutas.
2. Prefiere la licuadora al extractor de jugos.
3. Licua los ingredientes con agua o té verde (sin azúcar añadida).
4. Prefiere verduras y frutas de temporada. Emplea vegetales crudos y con cáscara (si es posible).
5. Evita frutas enlatadas o en conserva. Incluye solo una porción de fruta o verdura de color y todas las verduras de color verde que prefieras como la col rizada, espinaca, lechuga, apio o nopal. No colar.
6. Si decides endulzar, prefiere miel o azúcar morena.
7. Para que el jugo conserve sus propiedades, es necesario consumirlo inmediatamente después de
prepararlo.
Con información de: elbotiquin.mx