Los astros han hablado. Una nueva casta de pitonisos ha sido formada entre el “súbale, súbale, súbale”, “recórranse para atrás, carajo”, “pasen su pasaje, por favor” y “Terminal, Hípico, Los Sauces”.
Ahí, donde casi todo el mundo ve seres de otro planeta, sobre todo por su florido y decente lenguaje, su amabilidad de trato y su gallardía, se confirma que sí son seres de otros lares.
Choferes y transportistas del estado de México tiene un don derramado desde lo más alto. Su capacidad de adivinación y profecía los pone a la altura del mismísimo Walter Mercado, Mizada, Nostradamus y el Brujo Mayor que jura que AMLO va a ganar la Presidencia, siempre y cuando no pierda.
Hace ocho meses, estos seres extraterrestres predijeron que subiría el pasaje. Nos lo advirtieron.
Con voces semi aguardientosas, clamaron perdón y profetizaron. “Les clavarán el diente los amos del transporte. Un incremento se avecina. Para que no los agarre desprevenido el aumento, se lo vamos a dejar caer desde ahorita”. Así dijeron y así actuaron.
Nos aumentaron el pasaje y la autoridad encargada de regularlo se quedó callada y ausente (y sufriendo en silencio como tanta gente, dijera José José).
Te subías al camión con tus ocho pesos y casi te agarraban a mandarinazos porque la tarifa era de 10.
Hoy sabemos las verdaderas causas: estaban profetizando sobre lo que vendría y haciendo que el fregadazo se sintiera más ligero.
Ocho meses guardó un deleznable silencio la “autoridad”.
Anunció estudios avanzados y profundos sobre si el alza era justificada. Mientras más estudiaba, más se encajaban choferes y transportistas.
Ocho meses después del ilegal aumento, la estudiosa y docta autoridad mexiquense, habló:
“Ciudadanos. Pueblo jodido y sufrido. Creo que es hora de que aumente el precio del pasaje”.
Trompetillas, chiflidos. Pese a la FIFA, el grito en todo lo alto de “Ehhhhhhhhhhhhhhhh Utooooooos”.
Sí, era legal el aumento, y nosotros los ciudadanos chillando.
Sí, estaba justificada el alza, y nosotros los usuarios haciéndola de jamón.
Sí, era necesario el incremento, y nosotros agarrándonos a mentadas con los honorables choferes.
En Protección Civil federal, ya andan buscando a los choferes y transportistas para preguntarles si también saben, con tantos meses de anticipación, cuándo va a temblar.
Miles de llamadas han recibido para consultarlos sobre quién ganará las elecciones del 2018, quién tendrá hueso en el gabinete de Del Mazo; que funcionario actual se irá al bote por transa y ratero.
Oh maestros del futurismo, pitonisos del volante. Amos de lo que vendrá. En sus manos – y retrovisores- encomendamos nuestra vida. Llévenos con bien. Cuídenos y, en coordinación con su acompañante gritón, abran las ventanas de nuestro entender y nuestro bolsillo.
Súbale, súbale, súbale que hay lugares.
Nos encontramos en @gfloresa7