Alrededor de 10 mil universitarios se manifestaron para exigir seguridad y justicia a la autoridad, luego de que el pasado martes 29, Francisco Álvarez Quezada, estudiante sobresaliente de la preparatoria de Tonalá de la Universidad de Guadalajara (UdeG), perdió la vida tras ser asaltado.
El rector general de la Universidad, Tonatiuh Bravo Padilla, dijo que más de 270 mil universitarios de nivel medio y superior, académicos y trabajadores se trasladan a sus centros, pero todos los días están expuestos desde hace meses o hasta años a la inseguridad; no sólo en la zona metropolitana, sino también en el interior del estado.
La misma tónica –señaló– la vive de manera constante el resto de la ciudadanía, sin importar el color del partido que gobierne, en cualquiera de los tres niveles. Reclamó que ninguna autoridad ha ofrecido una solución al problema de inseguridad.
Es por ello que el rector planteó tres propuestas a los gobiernos federal, estatal y municipal: un acuerdo estatal entre los tres niveles “por la seguridad ciudadana (…) todas las agencias deben acordar un mecanismo institucional para coordinarse (…) un acuerdo que sea medible, cuyos resultados puedan ser expuestos ante la sociedad (…) un acuerdo que quede por arriba de las pugnas partidistas y de la lucha por el poder por las próximas elecciones”.
El segundo planteamiento fue profesionalizar a las corporaciones policiacas quienes carecen de las herramientas suficientes para abatir la delincuencia. “Pedimos una mesa ejecutiva con las autoridades de los tres niveles de gobierno para que cada 15 días podamos hacer una evaluación puntual de cuáles son las respuestas, cuáles son los problemas, cuáles son las zonas críticas”, dijo Bravo Padilla.
El núcleo tecnológico y las zonas aledañas a las preparatorias números 2, 3, 4, y centros universitarios son muestras de áreas inseguras, detalló.
La tercera propuesta es combatir el narcomenudeo que prolifera alrededor de los centros universitarios. “Exigimos acción de las corporaciones policiacas para cerrarle el paso al narcomenudeo alrededor de los centros y de las escuelas universitarias”, apuntó.
Los contingentes de estudiantes de las diferentes preparatorias y Centros Universitarios que participaron en la marcha partieron de distintos puntos. Uno fue afuera de la rectoría general de la UdeG, que se encuentra en el cruce de Enrique Díaz de León y Vallarta; y el otro, desde el núcleo Tecnológico ubicado en Marcelino García Barragán y Revolución, para dirigirse al centro de Guadalajara.
En su trayecto, los estudiantes gritaban consignas: “queremos justicia”, “alto a la violencia, más seguridad”, “menos delincuencia, más educación”. Al nombrar a su compañero Francisco Álvarez Panchito, gritaban “¡presente!”.
Varios jóvenes portaban cartulinas y mantas, en las que se leía “Universitarios contra la violencia”; “si no hay justicia para el pueblo, que no haya paz para el gobierno”; “nos regalan miedo para vendernos”; “seguridad”; “exigimos justicia”; “Por la seguridad de Todxs”; y en otra más citaron a Francisco Álvarez “la pesadilla vuelta realidad, sería estancarme por no atreverme a vivir”.
Una vez que los contingentes arribaron a la Plaza de la Liberación, en el pleno corazón de la ciudad, subieron al templete autoridades universitarias. La primera en dirigirse a los jóvenes fue la directora de la preparatoria Tonalá, Luz Elba Zarate –donde estudió Francisco Álvarez– quien habló sobre la trayectoria estudiantil del joven sobresaliente, de 17 años, que cursaba el quinto semestre.
La directora transmitió un mensaje que querían dar a conocer los padres de Panchito: “no pedimos, no queremos venganza, para nuestro hijo, solamente pedimos seguridad de que nuestros otros tres hijos sí les van a dar la seguridad que a nuestro hijo Francisco no le pudieron dar”.
El secretario general del Sindicato de Trabajadores Académicos de la UdeG, Enrique Velázquez González, lamentó que el gobierno no comprende que la “educación es un asunto de seguridad nacional (…) la Universidad de Guadalajara, una vez más, sale a la calle a decir que la respuesta está en la educación”.
Añadió: “No es con más policías y armamento como se va acabar con estos sucesos, es invirtiéndole por lo menos el 8% del Producto Interno (Bruto, PBI) como vamos a generar esas condiciones, es invirtiendo por lo menos 1% para el desarrollo de ciencia y tecnología y preparando todos los días en las aulas”.
A la vez, pidió a la ciudadanía que no se acostumbre a escuchar sobre las altas cifras en materia de inseguridad, y a que ningún otro estudiante sea víctima de la delincuencia. “Ojalá que los gobiernos entiendan pronto, el llamado que hacemos los universitarios es a que se pongan a trabajar, no es solamente buscando votos, sino garantizando los derechos de los ciudadanos, por eso decimos hoy ¡Ya basta! Ni uno más”.
Jesús Medina, presidente de la Federación de Estudiantes Universitarios dijo que los jóvenes universitarios no tienen miedo, sino coraje. “Cuando nos tocan a uno, se meten con todos, tocan a la Universidad, por eso, ahora salimos más de 10 mil estudiantes a Plaza Liberación a decirles que no estamos contentos, y que estamos encabronados porque esto ya no puede seguir así. Ya estamos hartos. Más de 250 estudiantes han sido asaltado entorno a planteles”, apuntó.
El líder estudiantil recordó que sostuvo en diferentes momentos reuniones con el fiscal general Eduardo Almaguer; la Agencia Metropolitana de Seguridad; el gobernador Aristóteles Sandoval, así como con comisarios de seguridad de los municipios de la zona metropolitana para advertir sobre el incremento de la violencia hacia estudiantes, pero “no hicieron nada. Hoy por eso venimos a responsabilizarlos a ellos, porque es su culpa, porque ellos nos tienen que garantizar la seguridad, que es un derecho humano”.
Los manifestantes guardaron un minuto de silencio en honor de Panchito.