«Corre y sigue corriendo»…

La lotería de puestos ha comenzado.

La especulación crece. Nadie sabe, nadie supo.

¿Quiénes serán los elegidos? ¿Quiénes tendrán hueso a partir del 15 de septiembre? ¿Quiénes le hablarán al oído a Feyo el gober?

A mi me preguntan sobre quiénes creo que llegarán a formar parte del equipo del nuevo gobernador y yo, con cara de Javier Duarte después de mi té de tila y unas galletas habaneras, respondo que quién sabe.

Del equipo cercano ya me despacharon a don Ernesto Nemer al PRI, por lo que la entrada al gabinete está descartada.

Como en la lotería, en los próximos días conoceremos, uno a uno, a los integrantes del equipo de primera división que suple al impresentable grupo saliente de don Eruviel, que termina en una división inferior a la de Ascenso.

La gran mayoría del equipo que ya recoge sus chivas sale con vidas y futuros infinitamente diferentes a los que llegaron a Toluca –ciudad que nunca terminaron de aceptar, y detestaron desde que conocieron que los huaraches, aquí, no son tortillas escurridas de aceite con una cama de frijoles de dudosa procedencia, y un pedazo de costilla de res, y sí un hermoso totopo azul que mezcla frijol ligerito, nopal, cilantro y cebolla fresca, para rematar su bondadoso vestido con queso rayado y salsa roja- .

Se van con un futuro económico asegurado, y por mucho, y el abucheo del respetable al que ignoraron sistemáticamente. Allá ellos.

De los nuevos, todos especulan.

Especular quién llega es la conversación más honda en las mesas (y sillas) de análisis.

Esa histórica responsabilidad de especular nos fue heredada desde los aztecas.

Don Cuauh, a la llegada de los españoles, ya se sentaba alrededor de la piedra de los sacrificios y, con su equipo de voceros y analistas, especulaba sobre con quién llegaría Hernán Cortés a querer mandarlos por las tortillas.

Así estamos hoy.

Ante la incertidumbre, lo único medianamente coherente que puedo sugerir al nuevo ejecutivo (¿de ventas?) es mesura, cordura y responsabilidad.

Flaco favor le hará a su cuestionado triunfo, don Feyo, si suma a su equipo a políticos inadaptados, transas, rateros, corruptos, impuestos y correteados (está difícil, ¿verdad?) a su nueva responsabilidad de gobernar.

Tiene una mayúscula responsabilidad de nombrar a los más aptos y a los menos cuates. Deberá hacer Operativo Mochila a todos, antes de que entren a las oficinas para no llevarnos sorpresas.

Don Alfredo, ya ganó usted, y es hora de que piense por el bien de este maltrecho estado que se lo dejan bastante jodido.
Nada de cuates y cuotas. De “son los hijos de… y ni modo”. De “es que nos conocemos desde la primaria”.
Que sean los más dispuestos, los más capaces y los más comprometidos con el estado, los que agarren hueso.

Estamos atentos. Que lleguen y trabajen.

Nos encontramos en @gfloresa7

 

 

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