Hay una pizarra en la entrada del restaurante Yuban en la Colonia Roma (Ciudad de México) en el que se escriben los especiales y las promociones, pero en días recientes se lee el siguiente anuncio: “Espacio 100% libre de Maluma o Reggaetón y Despacito”. El usuario Marco Méndez publicó en Facebook la fotografía de la pizarra, que recibió en un grupo en Whatsapp. La publicación registra más de 32.000 compartidos en tres días.
Fernando del Villar, gerente del restaurante, dice a Verne que todo inició como una broma entre el personal del negocio. “Al chef le gusta mucho el rock, no le gusta para nada el reggaetón”, comenta. No todos comparten sus gustos musicales, cuenta Del Villar, ya que el equipo de meseros tocaba reggaetón en las mañanas al abrir. Fue por esa razón que, a modo de broma, les pidieron cambiar de canciones. “Lo escribimos en el pizarrón y con las fotos se salió de control”, dice el gerente.
Aunque no es política de la empresa prohibir Despacito o los éxitos de Maluma, Del Villar aclara que si un cliente pide alguno de esos temas, el restaurante no la tocará.
Como el restaurante mexicano, otros han expresado su repudio a la canción, pero su éxito internacional es innegable. Es el tema musical más reproducido en las plataformas streaming (emisión en línea) en la historia. Su video, con más de 2.800 millones de reproducciones, está entre los 11 más vistos en la historia de YouTube. Desde su lanzamiento en enero han surgido decenas de parodias y versiones alternativas, incluida una creada por el Gobierno de Nicolás Maduro para promover el próximo proceso electoral en Venezuela.
La canción se ubica hoy encabezando la lista Hot 100 de Billboard y también continúa dentro de la lista de Los 40 principales en México, en el lugar 11. “Esto no es normal”, dice Daniel Posadas (Niño con barba), locutor de El Tlacuache en esa estación. “Está en prácticamente todos los charts, es un fenómeno viral, no solo en los países latinos, sino en países donde normalmente no suena el reguetón, como Francia o Alemania”.
Eso no quiere decir que siete meses después, la canción no haya causado un poco de hartazgo. “Pasa con cualquier canción, no solo de este género”; comenta el presentador de radio. “Si la oyes en el antro, en la boda, en los XV años, hasta en la sopa, pues va a cansar. Nosotros, como locutores de radio, la escuchamos tres veces al día, y pues sí puede llegar a cansar”.
Posadas dice que no le sorprende que algunas personas ya no quieran escuchar la canción o cualquier del género. “Hay quienes no son fans del reggaetón y eso es normal, no toda la música toca las mismas fibras en todos”, apunta.
Con información de: verne.elpais.com