De acuerdo con el Censo de Población y Vivienda, cuando en los hogares hay una jefatura masculina casi todos los hijos viven con padre y madre, mientras que en los hogares donde se declara una mujer como jefa de familia, la mayor parte sólo vive con la madre; sin embargo, se estima que alrededor de una cuarta parte de los menores de 15 años no vive con ninguno de sus padres.
Así los destacó en la Universidad Autónoma del Estado de México, el académico Carlos Javier Echarri Cánovas, quien expresó que la ausencia de los padres no implica sólo el tener menos dinero para sobrellevar las necesidades, pues también tiene implicaciones en lo que se refiere a educación y, por supuesto, en el ámbito afectivo, que se ve amenazado.
Al dictar la ponencia “Composición de los hogares y su relación con la migración y el embarazo adolescente en el Estado de México”, el miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) subrayó que las cifras anteriores son efecto de la migración, ya sea porque los padres migraron y quisieron llevarse a los hijos, dejándolos al cuidado de los abuelos, o bien, porque los niños fueron deportados.
El experto del Centro de Estudios Demográficos, Urbanos y Ambientales de El Colegio de México, reconoció que es necesario realizar investigación en la materia, pero también implementar políticas sociales, con la finalidad de saber qué pasa con los niños que viven con otros.
El experto en Demografía recalcó que en 2010 había 25 millones 693 mil hogares familiares; de ellos, casi 20 millones tenían un jefe declarado hombre y cinco millones 700 mil una jefa declarada mujer.
Carlos Javier Echarri Cánovas enfatizó que cerca de los 28 años, las mujeres, en particular las más pobres y que nunca han estado en unión, ya tuvieron hijos, es decir, respondieron a la demanda de la sociedad en cuanto a que las mujeres deben ser madres.
Sin duda, puntualizó, esto es algo que en particular, las poblaciones universitarias tienen que pensar, ya que hay otros medios de realización que no forzosamente tienen que pasar por la maternidad, la cual sólo puede retrasarse.