Expertos del Centro de Investigación en Ciencias Biológicas Aplicadas (CICBA) de la Universidad Autónoma del Estado de México realizan estudios para conocer taxonomía, genética y distribución de las más de 50 especies de reptiles del Estado de México, así como la bioquímica y la inmunoquímica de sus venenos.
El profesor e investigador del CICBA, Alejandro Carbajal Saucedo, sostuvo que además, están generando datos para la elaboración de mapas para conocer la ubicación de las especies venenosas, los antídotos y la atención.
A la par, abundó, colaboran con instancias como la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado de México para dar capacitación a quienes pudieran tener el primer contacto con el afectado o con la serpiente.
El investigador de la Máxima Casa de Estudios mexiquense indicó que el Estado de México tiene una importante concentración de fauna venenosa desde la alta montaña, el centro, parte del norte y en el sur, donde habitan diferentes especies de serpientes, como cascabeles y corales, entre otras.
Refirió que en lugares como la zona conurbada con el Distrito Federal es casi imposible encontrarlas; sin embargo, existen lugares donde las serpientes aprendieron a convivir con humanos y es donde ocurren los ataques.
De ahí la importancia, aseveró, de contar con datos que revelen qué especies son, qué hacen, dónde se distribuyen, cómo tratarlas, cómo trasladarlas de un lugar a otro y cómo tratar a alguien que sufrió una mordedura.
Alejandro Carbajal Saucedo subrayó que el Centro de Investigación en Ciencias Biológicas y Aplicadas de la Autónoma mexiquense enfatiza en la importancia de conocer qué tipo de venenos existen y cómo utilizarlos, pues a pesar de que México es el principal productor de antídotos en el mundo, muchos médicos aún son renuentes a usarlos.