«Me encantaba mi vida previa. Pasaban tantas cosas. Tengo más trabajo que en mi vida previa. Pensé que sería más fácil”, es la reflexión nostálgica que hace el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sobre sus primeros 100 días al frente de la Casa Blanca.
El Presidente llegó al poder montado en una cantidad de ambiciosos proyectos, pero muchos le han sido imposibles de cumplir, otros siguen pendientes y algunos simplemente los descartó.
De sus promesas ha cumplido pocas, la mayoría mediante decretos, 25 para ser exactos, que no requieren legislación, como la salida de EU del Acuerdo Transpacífico de libre comercio negociado por su predecesor, Barack Obama, el abandono de la lucha contra el cambio climático, el fin de regulaciones financieras o la intensificación de las deportaciones.
El mandatario también prometió en campaña deportar a los dreamers, pero ya desistió de ello. Ofreció construir un muro entre México y Estados Unidos, pero el Congreso le negó recursos. Quiso aplicar un impuesto fronterizo, pero tampoco prosperó.
El primer intento de Trump de desmantelar el plan de salud Obamacare tropezó con la oposición republicana, mientras que los tribunales frenaron su veto migratorio a ciudadanos de países de mayoría musulmana.
MUCHO RUIDO Y POCOS LOGROS
Donald Trump llega hoy a los 100 días como presidente de Estados Unidos con muchas promesas sin cumplir.
El empresario arribó a la Casa Blanca montado en una cantidad de ambiciosos proyectos; muchos son imposibles de cumplir, otros siguen pendientes y algunos simplemente los descartó.
El mandatario presentó el 23 de octubre pasado lo que llamó el “contrato con el votante estadounidense”, en el que definió las 28 acciones prioritarias para sus primeros 100 días de gobierno.
De ellas ha cumplió pocas, la mayoría mediante decretos presidenciales que no requieren legislación, como la salida de Estados Unidos del Acuerdo Transpacífico de libre comercio negociado por su predecesor, Barack Obama, el abandono de la lucha contra el cambio climático, el fin de regulaciones financieras o la intensificación de las deportaciones.
Mucho de lo que no cumplió se debe a la oposición del mismo Partido Republicano o por la intervención de jueces federales.
De las promesas que exigen acción legislativa no sólo no se ha cumplido ninguna, sino que tampoco se han presentado proyectos de ley sobre esos temas pese a que los republicanos dominan ambas cámaras del Congreso de Estados Unidos.
Trump se topó con la pared por su desconocimiento de que en Estados Unidos se necesitan pesos y contrapesos. Hay que tomar en cuenta a los otros dos poderes”, dice a Excélsior Yoanna Shubich Green, coordinadora Académica de la Escuela de Relaciones Internacionales de la Universidad Anáhuac.
EL OBAMACARE VIVE, EL MURO NO
Al llegar a este primer corte de caja, los estadunidenses se preguntan: ¿dónde está el muro que Trump prometió construir a lo largo de la frontera con México?, ¿o las represalias anunciadas contra China por sus políticas comerciales? ¿En qué quedó el desmantelamiento del plan de salud de Obama, que Trump describió como algo “fácil”? ¿O el plan de infraestructura de tres mil millones de dólares y los enormes recortes de impuestos que, teóricamente, ya deberían estar en vigor a estas alturas y algunas de ellas son sólo propuestas?
«He hecho más que ningún otro Presidente en los primeros 100 días”, declaró Trump en una reciente entrevista con la agencia AP, a pesar de que dijo que los 100 días son una “barrera artificial”.
La verdad es que su plan para los primeros 100 días es una obra en desarrollo, que va a prolongarse por mucho más tiempo.
Toda una página de su manifiesto de los 100 días está dedicada a la legislación que impulsaría en sus primeros tres meses. Ninguna de esas iniciativas ha prosperado.
Otra página detalla 18 iniciativas ejecutivas que prometió emprender, muchas de ellas en el primer día.
Cumplió con menos de una docena, generalmente mediante órdenes ejecutivas (decretos presidenciales), y la Casa Blanca se ufana de que fijará un récord de posguerra cuando firme más decretos estos días.
Esto representa un giro respecto a lo que él mismo había dicho.
«Necesitamos gente que no firme decretos porque no puede sentar a la gente en una sala y negociar algún acuerdo”, afirmó en New Hampshire en marzo de 2015. “Necesitamos gente que sepa conducir y no la tenemos ahora. Tenemos aficionados”.
A final de cuentas, Trump cayó en el vicio que tanto criticó. “Pensó que podía gobernar con decretos presidenciales y que su voluntad se iba a imponer nada más porque lo dijera él”, asegura Shubich Green.
Los esfuerzos para ofrecer cuidado de niños y licencias por maternidad pagadas, para reducir los costos de la educación y para invertir en barrios pobres han pasado al olvido a pesar del dominio republicano en la Casa Blanca y el Congreso.
El primer intento de Trump de desmantelar el plan de salud Obamacare tropezó con la oposición de muchos republicanos, mientras que los tribunales frenaron su veto migratorio a ciudadanos de países de mayoría musulmana.
De su programa de infraestructura no se sabe nada, el embajador estadounidense en Israel sigue viviendo en Tel Aviv y no en Jerusalén, como prometió Trump, y ni un solo minero del “Rust Belt” (cinturón de óxido) ha recuperado su trabajo gracias a la política del Presidente.
En política exterior hace más bien política interior: cuando se rebela contra los enemigos de Estados Unidos, cuando critica a Irán y amenaza a Corea del Norte, en realidad está practicando el clientelismo.
Tampoco tiene una estrategia clara respecto a Siria. El bombardeo lanzado allí como represalia tras un ataque químico en realidad no cambió nada.
Desde la Casa Blanca, Trump sigue dividiendo al país, que ya amenazaba con partirse en dos en la campaña electoral. Quien lo contradice es insultado, las noticias críticas son consideradas falsas y las decenas de miles de manifestantes que casi cada semana salen a las calles contra Trump son, a su parecer, locos incitados por los medios de izquierda.
Las encuestas muestran los peores resultados de popularidad de un Presidente en sus primeros 100 días. En la mayoría de los sondeos, sólo 40 por ciento de los estadunidenses está de acuerdo con Trump y sus decisiones, un resultado desastroso.
Incluso la cadena más fiel al presidente, Fox News, afirma: “Sea como sea, Trump no alcanza los objetivos que se impuso”.
Jonathan Alter, comentarista político en la cadena liberal NBC, lo tiene claro: “Éstos son los peores 100 días desde que se estableció este punto de referencia”.
En ello coincide Yoanna Shubich Green: “el inicio ha sido un desastre por su falta de experiencia”, asegura.
Cumple con sus promesas a una velocidad vertiginosa”, contraatacó su jefe de gabinete, Reince Priebus. “Una cosa tras otra, estamos cumpliendo nuestras promesas”, escribió el Presidente en Twitter.
Entre las cosas que ha conseguido está el haber logrado imponer al conservador Neil Gorsuch como juez de la Corte Suprema o anunciar su intención de renegociar o retirarse del Tratado de Libre Comercio de América del Norte con Canadá y México, pero los 25 decretos que ha presentado ante las cámaras contienen, sobre todo, órdenes de inspección para las autoridades.
Lo cierto, es que el mandatario le ha quedado a deber a los estadunidenses en estos 100, por lo que tendrán que esperar a que Trump cumpla con “Que América vuelva a ser grande”.
Espero que termine ya la curva de aprendizaje y que sean los pragmáticos quienes gobiernen porque falta mucho tiempo de gobierno”, dice Shubich Green.
PENSÉ QUE SERÍA MAS FÁCIL: TRUMP
Extraña conducir su auto, se siente como si estuviera en una burbuja y le sorprende lo difícil que es su nuevo trabajo.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, reflexionó sobre sus primeros 100 días de mandato con una visión nostálgica de su vida antes de la Casa Blanca.
«Me encantaba mi vida previa. Pasaban tantas cosas”, declaró Trump en una entrevista. “Tengo más trabajo que en mi vida previa. Pensé que sería más fácil”, agregó.
Trump, un acaudalado empresario de Nueva York, asumió el cargo el 20 de enero tras derrotar a la exsecretaria de Estado demócrata Hillary Clinton en una sorpresiva victoria electoral.
Aunque dijo que estaba acostumbrado a no tener privacidad en su “vida anterior”, manifestó su sorpresa por lo poca que tiene ahora. Además, dejó claro que aún se está acostumbrando a tener la protección del Servicio Secreto las 24 horas del día, con sus respectivas limitaciones.
«Realmente estás en tu pequeña burbuja, porque tienes tanta protección que realmente no puedes ir a ningún lado”, afirmó. Cuando el Presidente sale de la Casa Blanca, suele ser en una limusina o una camioneta, por lo que extraña conducir. “Me gusta conducir. No puedo hacerlo más”, sostuvo.
Sin embargo, hay muchas cosas sobre Trump que no han cambiado respecto al ejecutivo y la celebridad televisiva que dirigía su imperio desde el vigésimo sexto piso de la Torre Trump en Nueva York y que usaba el teléfono en forma incesante.
A menudo recurre a amigos personales y excolegas de negocios para pedir sus consejos y retroalimentación positiva. Altos asesores dicen que están resignados a eso.
LO QUE CUMPLIÓ Y LO QUE NO
X Reforma constitucional para imponer límites a los mandatos en el Congreso.
X Congelación de la contratación de empleados federales (excepto en los sectores militar, seguridad pública y salud). Fue una de sus primeras acciones, sin embargo, se eliminó dos meses después.
Eliminación de regulaciones de agencias federales.
X Decreto que prohíbe a funcionarios del gobierno se conviertan en cabilderos tras dimitir. La promesa incluía también a funcionarios del Congreso.
Firma de un decreto que prohíbe a los exfuncionarios de la Casa Blanca cabildear en nombre de un gobierno extranjero.
X La prohibición total de los grupos de presión extranjeros para recaudar dinero para las elecciones estadunidenses.
X Renegociar el TLCAN o retirarse del acuerdo bajo el artículo 2205. Pese a las amenazas, las negociaciones no han iniciado.
Retirada de EU del Acuerdo Transpacífico.
X Abandonar la Organización del Tratado del Atlántico Norte.
X Calificar a China como manipulador de divisas.
X Establecer impuestos para disuadir a las empresas de despedir a sus trabajadores para trasladarse a otros países.
Identificar los abusos del comercio exterior que afectan a los trabajadores de Estados Unidos injustamente. Las dependencias trabajan en ello actualmente.
Iniciar el proceso de seleccionar un reemplazo para el juez Antonin Scalia . Nominó a Neil Gorsuch
X Levantar las restricciones a la producción de gas de esquisto, petróleo, gas natural y carbón limpio. Trump sólo ordenó revisar las restricciones.
X Aplicar un veto migratorio para controlar el acceso de inmigrantes a Estados Unidos. (Fue bloqueado por la justicia).
X Permitir deducir los servicios de cuidado e incentivar a empleadores a dar servicio de guarderías.
X Revocar por completo la ley conocida como Obamacare y reemplazarla con cuentas de ahorro de salud y con la capacidad de comprar seguros de salud. No pasó en el Congreso.
Permitir proyectos de infraestructura energética como el oleoducto Keystone.
X Descentralizar la educación e impulsar la reforma educativa.
X Decretar reconstruir el ejército, eliminando el congelamiento al gasto en defensa y ampliando la inversión militar.
Empezar a deportar a migrantes con antecedentes.
X Cancelar miles de millones de dólares en pagos a programas de cambio climático y usar el dinero para arreglar la infraestructura hidráulica y ambiental de Estados Unidos.
X Cancelar financiamiento a las ciudades santuario. El decreto fue bloqueado por un juez.
Realizar una inversión millonaria para reconstruir la infraestructura del país, incluyendo aeropuertos, carreteras y puentes.
X Negociar la liberación de todos los prisioneros estadunidenses detenidos en Irán, incluso antes de asumir el cargo.
X Ordenar la construcción del muro en la frontera con México. El Congreso rechazó asignar recursos para tal fin.
X Renegociar o abandonar el acuerdo nuclear de Irán.
Pasar una reforma tributaria que reduzca el pago de impuestos, que aún debe ser aprobada por el Congreso.
Fuente: excelsior.com.mx