Un ejemplar de la vaquita marina fue hallado muerto a exactamente un mes de que otro fuera encontrado sin vida en el Golfo de California, en el noroeste de México, el único lugar donde habita esta especie en grave peligro de extinción.
La fiscalía ambiental mexicana señaló en un comunicado que el ejemplar, de 86 centímetros de longitud, fue encontrado en avanzado estado de descomposición «al interior del área de refugio para la especie». «Sobre su piel se pueden apreciar evidencias de afectación por artes de pesca», agregó.
El gobierno dijo también que el cadáver será enviado a un centro de investigación para que se apliquen los análisis correspondientes para determinar la causa de su muerte.
Apenas el 21 de marzo, la organización civil Sea Shepherd anunció que un ejemplar de la que es considerada la marsopa más pequeña del mundo, apareció muerto en la misma zona.
A inicios de abril, el gobierno mexicano anunció un plan para trasladar varios ejemplares a un «santuario temporal» en el otoño para que se reproduzcan sin peligro. Dijo que originalmente destinaría hasta tres millones de dólares al proyecto. Sin embargo, organizaciones han señalado que esta especie podría no ser adecuada para ese tipo de medida. La población de la vaquita marina se estimaba en cerca de 30 individuos, de acuerdo con una expedición científica efectuada en febrero pasado. Las autoridades y los ambientalistas estiman que las vaquitas han estado muriendo durante años en redes destinadas a pescar ilegalmente otra especie amenazada, un pez llamado totoaba.
La vejiga natatoria seca o buche de la totoaba es codiciada por contrabandistas que la envían a los mercados negros de China y Hong Kong, donde se cotiza a unos 20 mil dólares por kilo para ser servida en sopa, lo que le ha ganado el mote de «la cocaína acuática».
Fuente: jornada.unam.mx