El Congreso de Estados Unidos ha eliminado las garantías de privacidad en Internet. La Cámara de Representantes ratificó este martes una ley impulsada por el Senado y que permite a los proveedores de conexión a la Red comercializar los historiales de búsqueda de los usuarios. La aprobación del texto supone un triunfo para las grandes empresas de telecomunicaciones y cuenta con el respaldo de la Casa Blanca. Se espera que el presidente Donald Trump la selle en los próximos días.
La normativa ha salido adelante con 215 votos a favor, todos ellos republicanos, y 205 en contra, los de todos los representantes demócratas junto a 13 republicanos. Se espera que el presidente Trump firme el texto en los próximos días, por lo que sumará una regulación más a la lista de regulaciones de la era Obama que elimina con su firma.
Los republicanos han argumentado que este paso era necesario para eliminar regulaciones previas que consideran excesivas, pero no han sometido la legislación a debate ni han celebrado audiencias en los comités correspondientes al sector ni han recibido el testimonio de expertos. El texto, que augura una mayor desregulación del sector de las telecomunicaciones en EE UU, ha sido aprobado en menos de un mes.
El presidente republicano está a punto de sellar una importante victoria a las compañías que proveen la conexión a Internet en Estados Unidos, como Comcast o Verizon. Éstas han rechazado todos los intentos de la Administración Obama para proteger la privacidad de los usuarios, así como el principio de la neutralidad en la red, que prohíbe la discriminación entre los consumidores por parte de estas empresas.
La regulación en cuestión fue aprobada el pasado mes de octubre por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y exigía a los proveedores de conexión a Internet que obtengan el permiso de los usuarios para vender sus datos, desde el historial de búsqueda hasta las aplicaciones que descargan en sus dispositivos o si navegan por Internet desde un ordenador o una tableta.
Los republicanos han aprobado una ley que deshace esas condiciones y va un paso más allá, al prohibir a la agencia reguladora que vuelva a imponer restricciones similares. En cuanto entre en vigor, las compañías podrán vender a los anunciantes los datos de los usuarios —su historial de búsqueda, su localización o el tiempo que pasa navegando en una página concreta—, sin su consentimiento.
Hasta este momento, los proveedores de Internet sólo podían comercializar esa información si recibían permiso de los clientes. Las regulaciones de Obama también obligaban a las compañías a especificar a los consumidores qué tipo de datos recaban sobre ellos y con quién los comparten. Las empresas también debían informar en el caso de que sus datos estuvieran en peligro y necesitaban un permiso especial para registrar datos específicos como los historiales de navegación.
La ley aprobada este martes establece que los datos se podrán vender por defecto, salvo que el consumidor pida expresamente que no sea así. Sus principales detractores aseguran que supone el fin de las protecciones establecidas hasta ahora. “Los datos de los usuarios pertenecen a los consumidores, no a los proveedores, y nunca deberían ser vendidos para el beneficio de las grandes operadoras”, declaró este martes el congresista demócrata John Lewis.
Detrás de esta cambio de legislación se esconde una larga batalla entre el Gobierno federal y las principales compañías que proporcionan la conexión a Internet en EE UU. Gigantes como Comcast y Verizon consideran injusto que no estén sometidos a la misma regulación que Google o Facebook, a pesar de que su funcionamiento es muy distinto. Los defensores de la privacidad online, por su parte, afirman que mientras que los buscadores sólo tienen acceso a una parte de lo que los usuarios hacen en Internet, las empresas que les ofrecen la conexión pueden conocer todos sus pasos. El Partido Republicano ha declarado victoria para las grandes empresas proveedoras.
Fuente: elpais.com