A fin de sustituir los fertilizantes usados en cultivos a base de fosfatos, el investigador mexicano Luis Herrera Estrella, creó una solución biotecnológica para producir más alimentos con menos agroquímicos y más amigables con el ambiente.
El director del Laboratorio Nacional de Genómica para la Biodiversidad (Langebio) del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional señaló que ese es el reto al que se ha enfrentado durante dos décadas.
Dijo a la Agencia Informativa del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) que 60 por ciento de los fertilizantes empleados en la industria agrícola se desperdicia, al no poder ser absorbido por las plantas logra llegar a los ríos, que al desembocar en el mar crean las zonas muertas.
Estas se encuentran en Estados Unidos, Europa, China y México, siendo la más grande la ubicada en delta del río Misisipi, cuyo tamaño rebasa 10 veces el derrame petrolero de 2016.
El problema del fosfato, es que por su naturaleza química, forma complejos insolubles con otros componentes del suelo, lo cual impide que las plantas puedan emplearlo, explicó el experto.
Eventualmente, con la lluvia y el riego, el fosfato que permaneció en el suelo escurrirá a los ríos y llegará al mar, provocando un crecimiento excesivo de algas y fitoplancton que liberan toxinas al agua.
Además, tapan el paso de la luz solar y provocan un déficit de oxígeno, creando un ambiente en el que no pueden sobrevivir los animales marinos. Estas son las llamadas zonas muertas.
Durante su investigación, el científico concentró en maíz y soya, el gen de una bacteria que permite a las plantas producir una enzima para utilizar como nutriente el fosfito en lugar del fosfato, que se emplea de forma común en fertilizantes.
Herrera Estrella detalló que este proyecto podría reducir hasta 50 por ciento el uso de fertilizantes y la disminución de herbicidas en la agricultura.
El desarrollo de este trabajo tiene varias ventajas, “la primera es en costos, pero la más importante es la del impacto ecológico que este desarrollo tendría al disminuir drásticamente la cantidad de fósforo vertida a los mares y ríos”, mencionó.
El especialista probó su modelo en maíz, soya y arroz, donde observó que gracias a dicha modificación genética, las plantas crecían más rápido que las plantas que sólo utilizaban fosfato.
Refirió que luego de las pruebas en las plantas, el siguiente paso será implementar el producto en condiciones reales, a fin de determinar si se puede utilizar el fosfito.
Agregó que dichos ensayos se llevarán a cabo en su mayoría en Brasil, ya que ahí se permite el cultivo de transgénicos, lo cual fomentará el perfeccionamiento de su tecnología.
FUENTE: notimex.gob.mx