El gobierno de Tailandia anunció que está considerando crear una prisión destinada a albergar únicamente a criminales lesbianas, gays, bisexuales y trans.
Esto convertiría al país en la primera nación en crear una institución exclusiva para la población LGBT con la intención de resguardar el bienestar físico y emocional de estad personas, según apuntan las autoridades tailandesas. Desde 1993 existe una normativa en una de las instituciones penitenciarias de Tailandia que separa a las personas LGBT del resto de los presos.
Se trata de Pattaya Remand, institución presidiaria en la que los reclusos LGBT conviven con otros reos en las labores diarias, como las actividades deportivas y el consumo de alimentos; no obstante, al anochecer los presos son divididos en una especie de gueto en el que las personas LGBT quedan totalmente aislados del resto.
La finalidad de esta estrategia es resguardar la seguridad de las personas LGBT, ya que en los espacios penitenciarios se tienden a registrar casos de violencia basada en el odio y la intolerancia hacia la orientación sexual e identidad de estas persona. “Si no los separamos, la gente podría empezar a luchar para obtener más compañeros con quien dormir .
Esto podría dar lugar a una violación o a un asalto sexual y a la propagación de una enfermedad”, Watcharavit Vachuralerphum, director general de la Patayya Remand. “(Si existiera una prisión exclusiva para personas LGBT) Serían más fáciles de controlar, de cuidar y de desarrollar y mejorar sus hábitos y sus comportamiento.
Pero tienen que unirse con otros presos, porque una vez que se lancen tendrán que unirse a una sociedad diversa”, agregó. El programa piloto se efectuará en la prisión Minburo, a las afueras de Bangkok. De acuerdo con datos del Departamento de Correcciones, cerca de 4 mil 500 de las 300 mil personas que conforman la población reclusa en Tailandia se identifica como LGBT. Asimismo, las autoridades afirman que la mayoría de las personas de la diversidad sexual que están reclusas a poyan la idea de una prisión que segregue estas poblaciones.
“Hay personas que odian a los homosexuales. ¿Si terminó durmiendo junto a alguien así y algún día termino herido?”, señaló Chawalit Chankiew, un joven homosexual preso en entrevista con un medio local. No obstante, Jean-Sabastian Blanc, integrante de la Asociación para la Prevención de la Tortur en Tailandia, señaló que la idea de una cárcel única no es conveniente:
“La construcción y la reasignación de una instalación penitenciaria para los presos LGBT es una medida de segregación. Hay una diferencia significativa entre una política y la segregación de un segmento de la población con base en su orientación sexual o identidad de género”.
Fuente: http://desastre.mx/
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