Más del 10% de los pacientes que se someten a una cirugía sufre infecciones en el quirófano, especialmente en los países de renta baja y media, subrayó la Organización Mundial de la Salud (OMS) durante la presentación de una nueva guía para evitar esas enfermedades.
Entre las 29 medidas recomendadas, destaca el suministro de antibióticos antes y durante las operaciones, no después, como se suele recetar a los pacientes.
Además, indican que las personas que entrarán al quirófano deben bañarse previamente y que no se debe afeitar la zona del cuerpo donde se hará la incisión.
La guía, elaborada por 20 expertos en la materia, está dirigida a los profesionales de la salud de todo el mundo, y se basa en evidencias científicas.
Explica, por ejemplo que no hay pruebas de que los antibióticos funcionen para evitar una infección después de que la cirugía se ha llevado a cabo porque la bacteria pudo haberse introducido ya al organismo del paciente por las incisiones hechas en la operación.
Por ello, continúa la guía, es más efectivo administrar el medicamento desde antes de la intervención.
La OMS señaló que en África, una de cada cinco mujeres sometida a una cesárea contrae una infección.
Reveló también que Estados Unidos gasta 900 millones de dólares en atender a los pacientes que precisan quedarse en el hospital para tratar las infecciones adquiridas en el quirófano.
La OMS informó que las directrices se han puesto en práctica en programas piloto en varios países africanos, dando como resultado una disminución de hasta 39% en las infecciones durante intervenciones quirúrgicas.
Fuente: Un.org