Cuando sólo faltan 12 días para las elecciones, Michelle Obama acudió hoy en ayuda de Hillary Clinton para denunciar las tácticas de supresión del voto que han puesto en marcha los republicanos y para mostrar músculo entre ese electorado femenino que se perfila como el gran verdugo de Donald Trump, el candidato republicano que se ha convertido en el enemigo a vencer el próximo 8 de noviembre.
Según las encuestas de la Universidad de Quinnipiac, Hillary tiene asegurado el respaldo del 52% del electorado femenino, contra el 37% de Trump.
Las denuncias de más de una decena de mujeres contra Donald Trump por “asalto sexual”, y sus insultos contra su contrincante demócrata, a la que llamó “mujer asquerosa” en el último debate, han conseguido meter en serios aprietos al candidato republicano ante esas electoras que representan más de la mitad del padrón electoral.
Precisamente, en un acto desde la localidad de Salem, en Carolina del Norte, Hillary Clinton advirtió hoy que en las elecciones del próximo 8 de noviembre “estará en juego la dignidad y el respeto de las mujeres”, una alusión obvia a la alternativa que representa Donald Trump y su largo historial como abusador sexual.
A su vez, Michelle Obama advirtió contra los intentos de la campaña Trump de suprimir el voto de los indecisos, atizando un ambiente de negatividad y violencia que desaliente a millones a salir a votar el martes 8 de noviembre.
“No se dejen frustrar o desalentar por la elevada carga de negatividad y los ataques que se han lanzado durante esta campaña. Salgan a votar y animen a sus amigos y familiares a salir a votar”, aseguró Obama en referencia a las operaciones que ha lanzado la campaña Trump en estados como Nevada, Florida y Carolina del Norte para desalentar a millones de electores a participar en las elecciones.
El hecho de que Hillary y Michelle hayan reaparecido juntas en Carolina del Norte, revela también hasta qué punto este estado, que conquistó Barack Obama en 2008, pero que perdió en 2012, será un campo de batalla decisivo para tratar de cerrarle la ruta de la Casa Blanca a Donald Trump.
En un ambiente marcado por la volatilidad de las encuestas, particularmente en estados como Florida, Nevada y Carolina del Norte, la campaña de Clinton no quiere ceder un palmo de terreno a Donald Trump que necesita a toda costa una victoria segura en Florida, Carolina del Norte, Ohio, Nevada, New Hampshire y Pennsylvania.
Sin embargo, desde los cuarteles de la campaña Trump reconocen que van perdiendo. Y que la posibilidad de ganar en estados como New Hampshire o Pennsylvania, es casi imposible.
Por ello mismo, en la recta final apostarán todo por reabrir la ruta de los 270 votos electorales que se necesitan para conquistar la Casa Blanca asegurando Filadelfia, Nevada, Ohio y tratando de abrir brecha en Carolina del Norte, New Hampshire o Pennsylvania.
Actualmente, el mapa electoral en las proyecciones de FiveThirty Eight sigue favoreciendo a Hillary Clinton con más de 300 votos electorales, contra los 203 de Donald Trump. En términos porcentuales esto se traduce en un 84% de victoria para la demócrata y 16% para el republicano.
En las encuestas nacionales que compulsa cotidianamente la página de Real Clear Politics, Hillary sigue a la cabeza con 5.7% puntos de ventaja, una diferencia casi imposible de remontar a sólo 12 días de la cita con las urnas.
Fuente: La Jornada