Especialistas destacaron la importancia de lograr un diagnóstico temprano de la artritis reumatoide, así como de la aplicación de un plan eficaz de gestión, para prevenir daños a las articulaciones y discapacidad en los pacientes afectados.
Sandra Carrillo, tesorera del Colegio Mexicano de Reumatología, destacó que el padecimiento ocurre principalmente entre el grupo de edad con más capacidad laboral y productiva, lo que se traduce en altos índices de discapacidad laboral y pensión por invalidez.
La artritis reumatoide se caracteriza principalmente por la inflamación del recubrimiento o membrana sinovial de las articulaciones, que comienza con más frecuencia en las partes más pequeñas como los dedos, las manos y las muñecas.
Ese proceso produce dolor en las articulaciones, rigidez e hinchazón y daño permanente en las articulaciones.
Es una enfermedad crónica simétrica, es decir que cuando una articulación en un lado del cuerpo se ve afectada la articulación correspondiente en el otro lado del organismo también está involucrada.
La tasa exacta de la artritis reumatoide se desconoce actualmente y los síntomas del padecimiento varían de una persona a otra.
En conferencia de prensa, la especialista mencionó que 15 por ciento del ingreso familiar se destina a gastos por ese problema de salud, lo que genera un gasto catastrófico en la economía familiar del paciente, pues el costo médico directo anual por la atención del padecimiento se estima en más de cinco mil dólares.
Julio César Casasola, médico adscrito al Servicio de Reumatología en el Hospital General de México, subrayó que una detención temprana de la enfermedad es clave para evitar su progresión y para con ello mejorar la funcionalidad y la calidad de vida del paciente con el padecimiento, a fin de disminuir el impacto económico que genera.
El especialista en reumatología expuso que en México la artritis reumatoide constituye un problema de salud pública.
Para ello se han puesto en marcha ocho centros de excelencia especializados para su atención, basada en las guías internacionales TREAT TO TARGET (tratar con base a un objetivo).
Abundó que en esos lugares, reconocidos por el Colegio Mexicano de Reumatología, se atiende a los pacientes a través del fomento de decisiones compartidas entre el enfermo y el médico, del control de síntomas y prevención del daño estructural.
Así como la supresión de la inflamación y seguimiento a través de la medición de la enfermedad y un tratamiento adecuado para mejorar el pronóstico.
De acuerdo con Casasola Vargas, al menos 50 por ciento de los pacientes con artritis reumatoide dejan de trabajar a los 10 años de padecer la enfermedad y la esperanza de vida como consecuencia de ello se reduce en entre tres y 18 años.
Fuente: El Sol de Toluca