La primera dama, Angélica Rivera, usa un lujoso departamento en Miami, Florida, que es propiedad de la empresa Grupo Pierdant, quien ha concursado por millonarios contratos con el gobierno mexicano.
El departamento de poco más de 2 millones de dólares se ubica en Key Biscayne, al sur de Miami Beach, reveló una investigación del diario británico The Guardian.
Grupo Pierdant, quien a decir de The Guardian, “tiene intereses comerciales en México y Estados Unidos”, estaría buscando contratos para desarrollar puertos en México.
De acuerdo al diario, hay una “relación poco ortodoxa” entre la primera dama y el Grupo Pierdant que se centra en la propiedad ubicada en la Ocean Tower One, un complejo que cuenta con amenidades como alberca y canchas de tenis.
La esposa del presidente Enrique Peña Nieto declaró en noviembre de 2014 que es propietaria desde 2005 de un departamento en Miami, también en el complejo Ocean Tower One, en el que vivió con sus hijas durante un año.
Para la compra de su departamento, Angélica Rivera creó la empresa UNIT 304 OTO, INC de la que ella es la única dueña y directora, y que fungió como dueña legal del inmueble.
El diario señala que en 2009 Grupo Pierdant compró el departamento 404 en el Ocean Tower One y desde entonces el contratista ha permitido a Rivera utilizar el inmueble.
El grupo además ha pagado los impuestos del departamento propiedad de Rivera identificado con el número 304. The Guardian detalla que ambos departamentos comparten la línea telefónica además de que se pueden enviar paquetes a Rivera de Peña a cualquiera de los dos.
The Guardian buscó a Pierdant para cuestionarlos sobre el asunto pero no obtuvo respuesta. En tanto, la Presidencia dijo que no había nadie disponible para hablar del tema, después la oficina del mandatario dijo que las propiedades de la primera dama son un asunto de seguridad nacional.
En noviembre de 2014, Angélica Rivera y el presidente Enrique Peña Nieto se vieron involucrados en la polémica por la compra de una mansión en Lomas de Chapultepec, una zona exclusiva en la Ciudad de México a Grupo Higa, un contratista del gobierno mexicano.
Tras la polémica, Angélica Rivera aseguró que contaba con la capacidad económica y los recursos suficientes para construir un patrimonio propio para ella y sus hijas, tras 25 años trabajando como actriz de telenovelas y conductora para la empresa Televisa.
Con información de animalpolitico.com