Todo parece indicar que se trata de Villa Graffiti, pero no es así es la comunidad de San Bartolomé Tlaltelulco en el municipio de Metepec, en donde cada casa, negocio e incluso iglesia y delegación están llenas de grafitis.
Trazos mal dirigidos y sin sentido adornan las calles de este lugar, que sin lugar a dudas dejan un mal aspecto para quien decide visitarlo, así lo señalan vecinos de la demarcación.
“Pues si pero quien quiere que los busque, si todos están a su regalado gusto, no aquí no”, aseguró Felipe, vecino de la localidad.
Los colores, rojo, amarillo, negro y hasta azul resaltan de estos graffitis que de acuerdo con los vecinos están lejos de ser una obra de arte.
Cansados de pintar sus casas, algunos habitantes han cedido, y optaron por dar permiso para que sus hogares sean adornados con trabajos que logran el objetivo.
En promedio cada familia de San Bartolomé Tlaltelulco invierte en promedio dos mil pesos en la recuperación de sus espacios.