Ha comenzado ésta.
El Chapo, siempre tan acomedido, comenzó a visitar plazas para decir adiós, antes de que inicien sus conciertos en Estados Unidos.
De manera muy sigilosa, don Joaquín, agarró sus tiliches y en plena madrugada se fue de Almoloya.
Ni Las Golondrinas pudo escuchar en limpiador de cañerías.
Más tardó en apagar su minitele justo en el momento en que acababa Sabadazo, que ya estaba anunciando en Ciudad Juárez, con dos conciertos, previo a su gira internacional.
Las autoridades nos han dicho que el traslado del enamorado número uno de Kate del Castillo, se fue de Almo por su bien. Que les da frío que se les pelara de nuevo, y mejor lo llevaban a Ciudad Juárez donde todo es más tranquilo.
Las malas lenguas -verdad Mónica «legüinski- juran que todo está listo para su extradición.
De Juárez al otro lado son 20 minutos más lo que te tarden en la línea los gringos.
Acá, de este lado, hay un poco de nostalgia pues se acabaron las pachangas, alcohol e invitadas que llegaban a buscar al sinaloense.
Adiós Chapo, te vamos a extrañar.
No te dejes intimidar por los gabachos.
Ponte abusado a la hora de entrar a suelo americano.
Si te preguntan sobre alguna intención de derrocar al Gobierno, allá, diles que no, pero que no te hagan enojar, o les tapizamos la Casa Blanca con puro tapete de Temoaya, para que sientan el rigor.
Adiós Chapo, que te canten Las Golondrinas.
Nos encontramos en @gfloresa7