Y aquí está! 

Odio decir: ¡te lo dije!… pero… ¡TE LO DIJE!…La semana pasada hablé de lo diferente que iba a ser esta ronda de Copa Libertadores en la que, por ser de eliminación directa, el nivel de juego y sobretodo el nivel de competitividad, se iba a incrementar y por lo tanto los equipos mexicanos también tendrían que subir su grado de competencia.

Pero… oh sorpresa! Tanto los Pumas de la Universidad como los Diablos Rojos del Toluca; ni mejoraron su futbol ni mostraron la garra y el coraje con los que se debe enfrentar un evento de esta magnitud; principalmente los rojos que se dejaron intimidar, golpear, golear y humillar por el Sao Paulo, club experto en estas lides.

Pero como dicen en la Av. Díaz Mirón: vamos por partes: Los Pumas quisieron «chamaquear» al Deportivo Táchira armando una buena defensa y jugando al contragolpe sin embargo nunca lograron plasmar en el desarrollo del partido ésa intención y el cuadro venezolano terminó dominando el juego y ganándolo por la mínima diferencia. De milagro no obtuvo una victoria más clara.

El Toluca… ¡aaay el Toluca!… me parece que nadie les dijo a los jugadores lo que representa participar en una Copa Libertadores. En el máximo torneo de futbol de clubes de nuestro continente se juega por el orgullo de portar una camiseta. La pasión es desbordante desde la tribuna hacia la cancha y los jugadores lo sienten y lo interpretan en el campo de juego no solo con «échale ganas», que eso, echarle ganas lo hace cualquiera. Sino sentir y manifestar la pasión, primero por jugar al futbol que es la actividad que el futbolista más disfruta y segundo por defender una camiseta que tiene un historial maravilloso y sobretodo que tiene una afición que está acostumbrada a ganar y que sufre como nadie una humillación como la de anoche.

En el futbol los jugadores ganan un»lanal», los directivos tienen sus buenos sueldos, los árbitros cobran por sus servicios, los periodistas y comentarista vivimos de hablar de futbol y en fin todos ganan! …y el aficionado? El aficionado es el único que paga: los boletos de entrada, el transporte; auto o camión, los taquitos antes del juego, las chelas, los refrescos, la camiseta, si es la original cuesta más, mucho más, etcétera, etcétera…

Pero no solo eso; el aficionado, que se siente identificado plenamente con su equipo y por eso tiene tal pasión por él, vive con impotencia cuando su equipo juega tan mal como lo hizo el Toluca anoche y sobretodo cuando ve que al jugador parece no importarle lo que ocurre en la cancha y después… las burlas. Sí,las burlas de los aficionado a otros equipos que nunca se hacen esperar.

A mí me llegaron varias por twitter, de algunos amigos y otros desconocidos, resaltando que el Toluca era un equipo de pueblo, que solo gana a nivel local, que no está para ganar algo importante en el plano internacional. Sin embargo, a pesar de la noche triste de Sao Paulo, yo pienso que en el momento en el que, desde el propietario hasta los jugadores, se metan en la cabeza la grandeza de la institución roja y más importante, se concienticen sobre la forma en que la gente vive y se apasiona con el futbol, en ese momento se dedicarán a reorganizar un equipo con los jugadores y cuerpo técnico adecuados para hacer frente a todo tipo de competencias, es decir, con una mística que se desborde de pasión por la camiseta del Deportivo Toluca.

Mientras tanto nos conformaremos con esperar MUCHO MÁS QUE UN MILAGRO para poder seguir con vida en la liguilla o en los cuartos de final de la Libertadores…

Twitter: @raul_perez_