Una publicación de la revista Muy Interesante, dio a conocer que, investigadores de la Universidad de Michigan, han descubierto que la existencia de un hermano menor, nacido entre los 2 y 4 años del primer hijo, se relaciona con un menor riesgo de padecer obesidad y sobrepeso durante la infancia.
Los científicos sugieren que el nacimiento de otro hijo puede ser causa de mayor actividad en los niños y menos tiempo en actividades sedentarias, como ver la televisión o usar la computadora. Otra hipótesis es que los padres cambian la alimentación de su primer hijo una vez que llega el segundo. Ya sabemos que los niños desarrollan hábitos alimenticios duraderos cerca de los tres años, así que eso encaja con las estimaciones.
Uno de los principales objetivos del estudio fue mirar al problema del aumento de obesidad infantil en E.U.A. El numero de niños afectados se ha duplicado en las ultimas tres décadas – de acuerdo con cifras de la CDC. Esto conlleva a mayores riesgo de desarrollar padecimiento cardíacos, problemas de óseos y de articulaciones, apnea del sueño y más.
Los resultados, publicados en el diario Pediatrics, podrían ayudar a analizar si el nacimiento de un segundo hijo cambia los patrones familiares para proteger a los hijos en contra de la obesidad. Y entender mejor la conexión potencial entre un hermano y el peso podría ayudar a crear estrategias para que los niños tengan una mejor salud.
Hasta que los investigadores no encuentren una explicación del lazo aparente entre tener un hermano menor y el peso – si se trata de algo psicológico, biológico o una combinación de las dos – no podemos sacar conclusiones, pero sin duda es causa de una mayor investigación.
Ahora los investigadores analizarán como el nacimiento de un hermano puede impactar los hábitos alimenticios y de actividad física en los niños, pero la próxima vez que tu pequeño hermano te esté haciendo pasar un mal rato, no te molestes – resulta que probablemente te ha ayudado a tener una mejor salud.