La revista médica británica The Lancet, asegura que la lactancia de larga duración «podría salvar más de 800,000 vidas de niños cada año en el mundo, o sea el equivalente a 13% del conjunto de muertes de menores de dos años», precisan los autores basándose en una serie de investigaciones. Además podría prevenir cada año el fallecimiento de 20,000 madres por cáncer de mama.
«En los países ricos, la lactancia reduce en más de un tercio la muerte súbita del recién nacido. En los pobres o de ingresos medios, alrededor de la mitad de las epidemias de diarrea y un tercio de las infecciones respiratorias podrían evitarse gracias a la lactancia», añaden los investigadores.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que los bebés se alimenten solo con leche materna hasta los seis meses y parcialmente hasta los dos años. Ese es un privilegio del que goza, según la OMS, menos del 40% de los niños en el mundo.
La leche materna cubre todas las necesidades alimentarias del bebé durante los seis primeros meses.