Según las conclusiones del último estudio llevado a cabo por la Universidad Estatal de Oregon (EE.UU.) y que recoge la revista The Journal of Lipid Research, la vitamina E, un grupo de vitaminas liposolubles que ayudan a prevenir el estrés oxidativo del cuerpo entre otras cosas, y que contienen alimentos como los cacahuetes, el brócoli, los tomates, los espárragos, los kiwis o la calabaza, han resultado ser cruciales para la salud neuronal.
El experimento se llevó a cabo con especímenes de pez cebra que fueron alimentados con una dieta deficiente en vitamina E durante toda su vida. El empleo de peces cebra en los laboratorios ya es común debido a que es transparente los primeros días de desarrollo embrionario y permite visualizar la formación de las células en tiempo real. Además su similitud genética con el ser humano es del 70%.